sábado, 20 de julio de 2013

Recordando porque hice este blog...



Hoy recordé porque hice este blog en primer lugar. Por una parte quería desarrollar mis dotes de la escritura y, por otra, quería escribir mis sentimientos.
Siempre pensaba que me era fácil contar lo que sentía pero me doy cuenta que no, que me cuesta hablar de lo que siento. No soy buena en esas cosas. No me gusta pero creo que es necesario. Soy frontal, no me hago la desentendida, digo lo que siento y lo que pienso. Sé que a veces no o hago bien y soy agresiva, lo digo de manera prepotente y los demás me odian por ello. No les gusta la confrontación y menos en esa forma. Trato de evitarlo, pero no es fácil. 
Hoy me di cuenta que trato de que me escuchen pero nadie quiere hacerlo, todos están muy ocupados con sus propios problemas como para estar preocupados de los mios, así que cada quien tira por su lado. Pero yo lo intento, transmitir lo que siento para encontrar apoyo. 
Este blog nació con la intención de suplir a esa persona que se interesa por lo que siento, alguien que genuinamente quiera escucharlo y que sea capaz de soportarlo. Porque una cosa es escuchar y otra es apoyar y soportar. 
Yo creo tener ese don, de escuchar y apoyar y aconsejar pero, ¿Quién lo tiene para mi? ¿Este alguien debe ser alguien de tu familia, un amigo o tu pareja? o ¿Un extraño? 
Quizás deba ser este lugar virtual que tal vez uno tenga la desdicha de encontrar. 


Hoy me di cuenta que las palabras dañan. Es irónico, cuando haces una promesa, la gente dice: "Las palabras se las lleva el viento", pero cuando dices algo que daña, no lo olvidan. ¿Acaso esas palabras no se las lleva el viento? ¿Como es que una palabra dolorosa cala mas hondo que una dulce promesa? 
Hoy me veo enfrentada a esta situación, dije palabras tontas y dañinas y fueron escuchadas por aquella persona que más quiero. Esta situación sumada a otra anterior crearon una tensión invisible pero de todas maneras presente.
¿Qué hago para borrar lo que dije? No sé si existirá alguna forma de hacer olvidar una frase equivocada. Lamentablemente (¿O afortunadamente?) no podemos dar vuelta atrás al tiempo. Tengo que hacerme cargo de lo que dije y tratar de mejorarlo. Pero, un detalle que me llama la atención, ¿Porque unas palabras ofensivas repentinamente pesan mas que miles de amor? Yo en mi día a día trato de llenar de palabras de amor a mi persona especial.... Entonces, ¿Porque no se puede entender la situación? Me equivoque, lo admito. Dije algo que no debí decir. Dije algo que no debí pensar, pero lo dije y ya no hay nada que pueda hacer para cambiarlo. Solo me queda esperar que ganen las palabras de amor, que ganen las cosas buenas que muchas veces dije. Me arrepiento mil veces y pido perdón mil mas.
Créeme que daría demasiado para poder remediar lo que dije.














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