sábado, 25 de septiembre de 2010

Broken mirror, broken soul

La mire con desprecio. No podía entender como una persona como ella fuese tan incapaz de hacer algo bien. Podía ver en lo profundo de su mirada la vergüenza que le producía que yo la mirara tan detenidamente, pero no podía importarme menos. Se merecía el escrutinio riguroso que yo le realizaba. De cierto modo le estaba transmitiendo con mis ojos todo lo que pensaba yo de ella.

Vi que una lágrima solitaria rodó por su mejilla, y por unos segundos sentí lastima. Quise dejar de mirarla con repudio, y decirle que todo estaría bien. Pero me gano la rabia interior que sentía por su persona. Endurecí aun mas la mirada, como diciendo te detesto. No te soporto. Quisiera no volver a verte nunca mas.

¿Porque me producía esta persona tales emociones? Puede ser porque la conocía bastante bien, hasta el punto de adivinar sus pensamientos. Conocía todos sus errores, y me enojaba al darme cuenta que todos era predecibles. Si solamente pensara mas y actuara menos.

Decidí entonces decirle lo que pensaba, no podía soportarlo mas. Le grite a la cara todo lo que me producía.

-Como puede ser tan tonta -dije enojada. ¿Acaso no te das cuenta de lo que has hecho? Ojala no tuviera que cruzarme nunca mas con tu mirada. Con esos ojos lastimosos que solo transmiten culpabilidad. Realmente no te soporto, quisiera que por un momento no existieras mas.

Ahora las lágrimas brotaban como la lluvia de sus ojos. Esos ojos en los que podía ver tan profundamente.
Me limpie las lágrimas, y trate de sonreír, pero en el espejo solo vi mi cara de dolor por odiarme tan profundamente. Di un suspiro largo mientras me miraba por ultima vez, y cerrando los ojos me marche de ahí.